Hasta un centenar de auténticas joyas de dos y cuatro ruedas se pudieron contemplar el pasado domingo 11 de febrero en la IV Concentración de Vehículos Clásicos Ciudad de Xàtiva.
La estación de autobuses de la ciudad fue nuevamente el escenario donde se desplegaron estas maravillas de otras épocas que acapararon la mirada de multitud de vecinos, nostálgicos y amantes del motor. Una cita que, además, engrandece el calendario lúdico, cultural y de ocio de la ciudad.
La jornada, aunque fría, pasó como un suspiro ya que hubo multitud de sorpresas que la animaron. Se sortearon diferentes obsequios cedidos por comercios locales, el que constata la importancia que ha adquirido esta cita. Se disfrutó de la música en directo del grupo de pop-rock Dysturbia. Se otorgarían premios a los mejores vehículos y todos ellos desfilarían en ruta por esta bella ciudad, capital de la comarca de la Costera, llena de historia y patrimonio. Y no faltó un punto de hostería y bebida donde se pudo degustar “l’esmorzaret” tan típico y tradicional de las tierras valencianas.
El reparto de premios quedó así. El coche más antiguo fue para el Ford A de 1928, propiedad de Pepe Gramage y la moto para una Guzzi Hispania del año 1952. Otro ejemplar de la misma marca se llevaría el galardón de la mejor de toda la concentración. El vehículo llegado de más lejos se lo llevó José Urbano de Rubí, en Barcelona que acudió con un MX5 NA i en motocicletas i encima de una Vespa, se impuso Víctor de la Iglesia, de Gandía. El mejor ejemplar local fue para un Jaguar X33; el premio Falla Sant Feliu al mejor vehículo lo consiguió un imponente Ford Mustang y de toda la matinal se impuso un Seat 1500.