AUTHI fabricó los famosos Morris, Austin Victoria y Mini durante el periodo comprendido entre 1965 y 1975 en la que fue su factoría de Landaben en Navarra.
El viernes durante la tarde, fueron llegando los participantes desde diferentes puntos de la geografía española. Zaragoza, León, Burgos, Teruel, Madrid, Barcelona o San Sebastián. Incluso, un amante de esta marca con su Austin Victoria que llegó desde Almería.
El sábado bien temprano, con la niebla aún sin levantar, hicimos una ruta por el valle de Ezcabarte y el valle de Goñi hasta llegar a la antigua factoría de AUTHI, lo que hoy es Volkswagen Navarra. Donde nos levantaron las barreras de acceso. Pudiendo entrar con los más de 16 modelos de AUTHI al interior de la factoría. Una vez allí, pudimos ver un video de lo que hoy es esa fábrica, viendo posteriormente el pequeño museo que tienen en su interior. Museo en el que pudimos ver diferentes modelos de la etapa AUTHI, también modelos de su etapa como SEAT, y finalmente todos los modelos VW que se han fabricado hasta la fecha en esa planta de VW. La guinda de la visita, fue el poder ir hasta la pista de pruebas y poder rodar con nuestros modelos AUTHI durante más de 1 hora por la misma. Siempre bajo la supervisión del equipo de seguridad y parque de bomberos de la factoría.
Aunque nuestros modelos, ya no están para “hacer tiempos cronometrados” sino más bien, para disfrutar a una suave velocidad.
Posteriormente a la visita a VW Navarra, nos dirigimos a llenar los estómagos hasta la localidad de Etxalar. Pasando por los bellos paisajes navarros como los que nos ofreció el puerto de Belate. Ya en la localidad de Etxalar, y gracias a la generosidad de su Ayuntamiento, aparcamos los vehículos en su plaza mayor junto al frontón donde sus vecinos, pudieron disfrutar de tan bonita estampa. Aparcados los coches, tocó llenar el estómago con una copiosa comida bien servida y regada en el Asador La Basque.
Donde, a los postres, se hizo entrega de 1 trofeo para cada vehículo participante en agradecimiento al esfuerzo de haber realizado tantos kilómetros con vehículos de más de 48 años. Ya con la barriga llena, no pudimos más que dar un agradable paseo por la localidad, para ayudar a que la digestión hiciera su trabajo.
El día finalizó con una cena ya para entonces “familiar”. Puesto que, en estas quedadas, aparte de unirnos la pasión por la marca, nos hace entablar una amistad como si de un familiar se tratara.
El domingo por la mañana, como no podía ser de otra manera, lo dedicamos a conocer el casco antiguo de Pamplona. Y como no, sus bares con sus famosos pinchos.
Esperemos poder repetir esta “Quedada AUTHI” el próximo año en Zaragoza. Ya de la mano de Eduardo y Javier como voluntarios que se ofrecieron.
Texto y fotos: José Antonio Ariza